Tenía 40 años cuando llegó a Urabá en 1978. Esa tarde de abril, el camarada Nariño fue recibido por los guerrilleros en Tío López, un paraje donde la Serranía de Abibe se abraza con la zona bananera y la sabana. Venía de la Cordillera Central, del grupo de combatientes acrisolados en la Operación Sonora. La misión, emanada de la Sexta Conferencia, le había sido transmitida directamente por los comandantes Manuel Marulanda y Jacobo Arenas, en el Cañón del Duda. Era el nuevo comandante del Quinto Frente en reemplazo de Alberto Martínez, quien había sido abatido por el ejército en El Limón, jurisdicción del municipio de Turbo. Desde entonces empezó a ser conocido como Efraín Guzmán.
EN LA RESISTENCIA DE VILLARRICA
Era del Tolima. Había nacido en La Lindosa, de Chaparral para adentro. De niño estuvo trabajando en el Quindío como colector de café. Luego fue jornalero en Dolores. De allí pasó a Villarrica donde en 1953, en la dictadura del general Rojas Pinilla, ingresa al destacamento guerrillero de Alfonso Castañeda. Tenía 16 años, y ya estaba en la resistencia al gobierno y en las trincheras de combate defendiendo una posición y unas ideas políticas.
Fueron seis meses de dura resistencia, de mortereo permanente, desde posiciones enemigas; de tronar de perillas, de carabinas y escopetas, del lado del pueblo. Al final, forzados por las circunstancias y precariedades logísticas, los combatientes comunistas se repliegan por la vía del páramo hacia San Rafael. Tras ellos marchan decenas de familias campesinas con sus enseres y semovientes. Cruzan los fangales de San Rafael y se enrumban hacia Colombia (Huila). En la Olla de Palacios, el joven Nariño participa en un curso político militar de dos meses. Y de allí parte como integrante de la columna del comandante Castañeda hacia la selva profunda del Guayabero.
En esa región conoció a Dúmar Aljure, jefe guerrillero liberal del Llano, al cual vio partir más tarde en una balsa, río abajo, con su sectarismo a cuestas, y sin tropas porque la mayoría de sus hombres se quedaron empuñando las banderas comunistas.
LA LLEGADA AL PATO Y SU ENCUENTRO CON EL COMANDANTE MANUEL
Del Guayabero pasa al Pato, región legendaria entre el Huila y Caquetá. Habían transcurrido siete años desde su ingreso y ya el camarada Nariño, además de militante del Partido, empezaba a destacarse como mando medio.
Con el paso del tiempo y en correspondencia con la nueva situación política del país, con sus camaradas se dedica a abrir fincas, a sembrar la tierra y a cosechar sus frutos. Pero la paz solo dura hasta 1964, cuando el gobierno de Guillermo León Valencia ataca militarmente a Marquetalia. Entonces las guerrillas de El Pato tuvieron que empuñar de nuevo sus armas en solidaridad con sus compañeros agredidos. La región de Algeciras y en general la zona limítrofe de Huila y Caquetá es escenario de fuertes combates. La confrontación abarcaba Marquetalia, Riochiquito, El Pato y Guayabero.
Alfonso Castañeda había muerto en un accidente en el taller de explosivos en tareas de alistamiento para la guerra.
Dos años después de la agresión a Marquetalia, en 1966, el comandante Nariño se encontraba entre los 70 combatientes que recibieron y dieron la bienvenida al camarada Manuel que con sus guerrillas había cruzado el valle del Magdalena para proseguir la lucha desde El Pato.
En esa región de selvas, ríos y cordilleras se realiza la histórica Segunda Conferencia del Bloque Sur constitutiva las FARC.
Nariño queda en la comisión del camarada Manuel. Con él recorre San Vicente del Caguán y los Llanos del Yarí. Eran 32 guerrilleros. Tuvieron que batirse en varias ocasiones con el ejército oficial, pero salieron siempre airosos en el balance final, y con armas recuperadas.
De las sabanas del Yarí regresan a Algeciras, donde los esperaba el comandante Jacobo Arenas. Con este se encontraba Franco, el entrañable amigo y camarada de Nariño. Muchos años después, en Urabá, recordaba que su amigo había ingresado en El Pato antes de la llegada del camarada Manuel, y que desde allí había sido enviado, junto al comandante Jaime Guaracas, al Cuarto Frente de las FARC en el Magdalena Medio. Todavía hablaba con pesar de su muerte luego que una granada "envenenada" le explotara entre sus manos.
INSTRUCTOR DE NUEVOS COMBATIENTES
De Algeciras se dirigen a la región del río Duda, donde los camaradas Manuel y Jacobo despliegan una formidable labor de organización política y de reclutamiento. Luego del curso político militar los nuevos guerrilleros eran remitidos al camarada Nariño para que hicieran sus primeras prácticas de pelea. Cinco de estos jóvenes, entre los que se encontraba Alberto Martínez, fueron enviados al Urabá a fundar la guerrilla en esas tierras.
NARIÑO Y LA OPERACIÓN SONORA
En 1973, luego de la Conferencia del Guayabero, Nariño sale con el camarada Manuel en un nuevo recorrido guerrillero por el sur del Tolima en el que es protagonista de primera línea en la histórica Operación Sonora. Tanto el gobierno como el ejército, envalentonados con los resultados de la Operación Anorí contra el ELN, creían llegado el momento de asestar un golpe demoledor contra la estructura de las FARC. El 15 de octubre, en proximidades de Herrera, la guerrilla de Manuel embosca una patrulla del ejército que venía bajando. Varios militares, y entre ellos, alias El Gringo -guía de patrullas y azote de los campesinos- fueron dados de baja inapelablemente. Nueve carabinas M-2, dos revólveres y 2.700 cartuchos, pasaron a manos de las FARC. Fue el comienzo de la Operación. Siguieron 15 días de combates sucesivos, de aerotransporte de tropas y de cercos militares en un terreno pelado, extremadamente difícil, sin población: los cañones de La Sonora y el Cambrín y el páramo de las Hermosas. El camarada Nariño jugó un papel activo en las emboscadas y combates y en la ruptura de los cercos. El ejército sufrió numerosas bajas, mientras que del lado de la guerrilla solo murieron dos compañeros.
URABÁ: NUEVA ETAPA DE LA LUCHA
Luego de la Operación Sonora el camarada Manuel regresa al Duda y Nariño queda en la cordillera Central al frente de unos 40 guerrilleros. Más tarde la Sexta Conferencia lo nombra comandante del Quinto Frente en reemplazo de Alberto Martínez quien había muerto en combate. A partir de ese momento es cuando empieza a llamarse Efraín Guzmán.
De entrada en tierras urabaenses tuvo que enfrentar la intentona fraccionalista del infiltrado Bernardo Gutiérrez, quien quería ser comandante a toda costa del Quinto Frente. Al ver obstruido el paso a su ambición optó por la deserción arrastrando a 9 guerrilleros, robándose algunas armas, municiones, equipos de propaganda y otros bienes de la organización. Fue a parar al EPL convirtiéndose en uno de los artífices de la desmovilización y claudicación de ese grupo guerrillero. Aún recibe como paga las monedas de plata de su traición fungiendo como funcionario de menor rango en alguna de esas embajadas del régimen de Colombia en Europa.
Superada esta situación, Efraín Guzmán concentra todas sus energías en el crecimiento del Quinto Frente, en la consecución de armas y en la organización política de la población. Al cabo de tres años se produce el primer desdoblamiento del Quinto, dando origen al 18 Frente, al cual se le asigna como área de operaciones las jurisdicciones de Montería, Tierra Alta y el Bajo Cauca. Dos años más tarde se crea el 34 Frente con 130 combatientes bajo la conducción de Isaías Trujillo. Luego el 18 da origen al 35 Frente que opera en Sucre, y el 34 al 57 al mando de Víctor Tirado, con una extensa área de operaciones: el Atrato y el Darién. Del Quinto también sale el 58 Frente de las FARC. En el accionar de la guerrilla en esta época sobresale la toma de Saiza (Córdoba), que podría denominarse pionera de las grandes y contundentes acciones militares de las FARC.
Simultáneamente con este crecimiento y desdoblamiento de Frentes crece igualmente el Partido Comunista y la Unión Patriótica, logrando esta última organización, mediante la vía electoral, ganar las más importantes alcaldías de esa estratégica región de Colombia.
ELEGIDO INTEGRANTE DEL SECRETARIADO
En la Octava Conferencia Nacional Guerrillera, Efraín Guzmán es elegido por sus méritos y fidelidad a la causa como miembro del Secretariado de las FARC, Ejército del Pueblo. El maestro de guerrillas había ya moldeado a muchos mandos y combatientes en el fuego moral, en el valor frente al enemigo y en la firmeza revolucionaria.
DEL CARIBE A LA ETERNIDAD
En la última etapa de su vida, Efraín Guzmán ofrece generoso su experiencia a los guerrilleros del Bloque Caribe de las FARC. Alienta los esfuerzos de organización del Partido Comunista Clandestino, de las Milicias y del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia. Sin duda fue un consecuente difusor de los principios de la organización y trabajador incansable por la materialización de los objetivos del Plan Estratégico de las FARC. Con acciones prácticas contribuyó a estrechar aún más los lazos de nuestra organización alzada en armas con el pensamiento revolucionario y redentor del Libertador Simón Bolívar. Para él las palabras del poeta:
En el Pato nació para la gloria
de forjar con Jacobo y con Manuel
la gesta más titánica
y sublime,
el más heroico y prístino laurel
que con Bolívar nos ciñó la historia.
Con la justicia al hombro
y la memoria de la sangre
del pueblo y del clavel,
sembró en los Andes
la semilla fiel
y dio al Caribe su constante noria.
Descendiente del sol,
hermano de ancestral agricultura,
experto en alboradas
y semillas
y en la siembra vital
que ya madura:
con fervor invencible
va preparando el huerto con sus trillas
para crear
la sociedad futura
que germina en las almas más sencillas.
El comandante Efraín seguirá vivo entre nosotros, dirigiéndonos con su luz, mucho más brillante ahora, hasta la victoria. Camarada Guzmán, "desde tus fértiles manos guerrilleras, viene germinando, la cosecha de la libertad. ¡Somos parte de tu siembra!"