Caracas, 13.04.2002. Venezuela. REUTERS/Daniel Aguilar
Venezuela y Colombia:
Dos pueblos hermanos que resisten juntos la ofensiva imperialista
(Eduardo Farfán, àctivista popular venezolano)
Los EEUU han diseñado para la América del Sur un plan expansionista y guerrerista concretado en el ALCA. Una de sus partes, el Plan Colombia, pone especial énfasis en Venezuela y en Colombia como países de la subregión Andina, que constituyen un obstáculo importante para implantar su hegemonía en el Continente.
Ello explica la directa intervención de la CIA y del embajador Shapiro en el fugaz golpe de Estado del pasado 11 de abril, en el que la alianza de Fedecámaras, Primero Justicia, la mal llamada sociedad Civil, la dirigencia burocrática y oportunista de la CTV (Central de Trabajadores de Venezuela) y el sector más reaccionario de las fuerzas militares impusieron por 48 horas una dictadura fascista. Gracias a la reacción del sector patriota, de las fuerzas militares y del pueblo bolivariano, se restableció en el poder al Presidente Hugo Chávez Frías, elegido con la mayor votación en las últimas décadas. Sin embargo, la conspiración continúa y se apresta a dar un nuevo golpe de estado o apostarle al magnicidio, mientras tratan de encontrar una salida institucional como el referéndum o la renuncia del Presidente.
La decisión de los EEUU y la oligarquía criolla es acabar con el gobierno de Chávez, pues incomoda sus intereses la utilización de la tribuna presidencial para impregnar en el espíritu del pueblo las ideas de Simón Bolívar y llamarlo a que ejerza su soberanía plena. De otra parte, no olvidemos que Venezuela surte a los EEUU del petróleo que necesita para su desarrollo y que es líder de la OPEP, por lo tanto necesita tener este recurso vital asegurado en manos de la clase burguesa guardiana de sus intereses.
A los venezolanos y a las venezolanas nos tocó jugar un papel determinante en la actual fase de expansión imperialista por poseer tan ricos yacimientos de petróleo, invaluables recursos bioenergéticos en la Amazonía, ser vecinos de Colombia y de Cuba y tener una Constitución que prohíbe la instalación de bases extranjeras en su territorio y la utilización de su espacio aéreo para acciones militares y declara su territorio como zona de paz; esto por supuesto niega toda posibilidad de que legalmente, desde nuestro suelo, se ataque a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) o al Ejército de Liberación Nacional (ELN) o a Cuba, lo que impide la aplicación del Plan Colombia con la facilidad que el imperio necesita.
Como dijo Simón Bolívar “nuestra patria es América” y “EEUU parecen destinados por la Providencia para plagar de hambre y de miseria a la América a nombre de la libertad”. Desde el movimiento popular estamos claros que sólo una alianza política de los excluidos de siempre, con un programa, un plan de lucha y un proyecto político propio y autónomo, estaremos en capacidad de vencer a la contrarrevolución. A eso le apostamos en nuestro quehacer diario con las comunidades organizadas.
Madrid, 17.05.2002. REUTERS/Andrea Comas
Mientras la clase obrera permanece secuestrada por la camarilla de la CTV, el movimiento popular de las ciudades y los campesinos están a la ofensiva y es allí donde el enemigo tienen puestos sus ojos en la actual coyuntura, particularmente en los Círculos Bolivarianos que son múltiples, diversas y variadas expresiones del pueblo, que en cada barrio está con la defensa y profundización de este proceso de cambios democráticos.
Después de los sucesos del 11 de abril comprobamos lo que nos espera si la derecha vuelve al poder. Nuestro pueblo fue asesinado en las calles de Caracas, los líderes del movimiento popular perseguidos, hostigados, unos apresados, otros torturados, se desató una gran ola de allanamientos por toda la ciudad. Hemos aprendido la lección.
Tenemos reservas revolucionarias para una resistencia de largo alcance, porque el problema no es si Chávez se va o se queda; el problema es todo el pueblo pobre, marginado, excluido, que en poco tiempo ha elevado su nivel de conciencia política, está dispuesto a jugarse la vida porque no haya marcha atrás.
El Presidente se debe sentir muy solo, fue traicionado por los militares de su mayor confianza, su partido el Movimiento V República, salvo muy contadas excepciones, cayó en las redes de Miquelena, sus dirigentes repiten las prácticas burocráticas, clientelares y corruptas del Puntofijismo, se han separado por completo del pueblo y de sus intereses. Si Chávez no rompe esa nube que le impide ver y oír al pueblo y sintonizarse de verdad con él, está perdido. Quienes, le acompañan más de cerca, son oportunistas que saltarán del barco cuando la situación se complique y serán los primeros en negociar su cabeza.
Creemos que le llegó la hora a los pueblos de América Latina y particularmente al pueblo de Venezuela porque lo que nos ocurra aquí será determinante para el hermano pueblo colombiano y lo que ocurra allá también repercutirá aquí, no queda una alternativa diferente que desarrollar planes y programas conjuntos, que convertir a nuestras fronteras en zonas del bolivarianismo revolucionario. Por lo demás, queda ya claro que para golpear a Cuba, tiene esa alianza estratégica del mal que derrotar primero a Venezuela y a las fuerzas insurgentes de Colombia.
Es fundamental rescatar el espíritu de la rebelión popular y construir las bases de un verdadero poder popular con sentido de territorialidad política y geográfica en el que los medios alternativos de comunicación sean instrumento fundamental en la organización y educación del pueblo.
Si bien del 11 al 14 de abril pasado nuestro pueblo se lanzó espontánea y multitudinariamente a la calle y no le pasó nada porque con su intervención se logró revertir el golpe, sabemos que la próxima vez los fascistas van a disparar y queremos evitar el mayor número de bajas posibles.
La esperanza de la revolución bolivariana no está en los partidos que acompañan al Presidente, ni en el sector de las fuerzas militares patriotas que son importantes, no hay duda, el verdadero actor es el pueblo organizado, en el que existen liderazgos reales que están por los cambios estructurales para los que la Constitución Bolivariana no es un fin sino un instrumento de profundización de este proceso de cambios democráticos, que hasta el 11 de abril fue pacífico.
Tenemos el gran reto de pasar a un país que avance hacia el socialismo. Si a Simón Bolívar le tocó luchar contra la Monarquía para implantar la república liberal a nosotros nos tocó luchar contra esa república liberal y construir un modelo propio que se ajuste a las ansias de libertad de nuestra patria latinoamericana.
Como nunca antes Venezuela vive espacios de libertad, nadie es perseguido por la pública expresión de sus ideas. El enemigo se ha encargado de acelerar las contradicciones. Nuestra gran debilidad es que no existe un liderazgo claro, diferente al del Presidente Chávez y que aún los intentos de unidad en el seno del pueblo son muy frágiles, estamos seguros que en medio de la lucha irán apareciendo esos nuevos líderes que lleven nuestro barco a puerto seguro. Poco a poco construiremos los instrumentos necesarios.
Venezuela, 17.04.2002. (AP Photo/Ricardo Mazalan)
Texto preparativo por: elbarcino@laneta.apc.org
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