Ñomo en ninguna otra organización insurgente, la variedad de géneros y ritmos, cargados de humanismo, que comprende la música fariana, está hecha de esencias bolivarianas, recogidas del extenso pentagrama continental.

Los hombres en las sociedades no han actuado de forma caprichosa, en la construcción consciente y paciente de lo que debe ser su entorno.

Definir un pueblo en unas palabras, o pretender encajarlo en un simple concepto, o en un cuerpo de imágenes televisivas, es bastante difícil.

Por lo que pienso que uno se acerca más a la verdad, navegando y transitando por donde los pueblos lo han venido haciendo y dejando sus huellas. Y uno de esos vehículos en que viajan es su música.

En la Colombia de hoy, hombres y mujeres, participan en la creación de una nueva sociedad no de forma caprichosa, en una época en que la civilización y nuestro continente, pueden sucumbir a manos de la barbarie, de esos que utilizan indiscriminadamente los llamados medios "civilizadores" contra nuestros pueblos.

Esa Colombia de hoy que se construye, desde las FARC-EP, no se agota en la unilateralidad de las armas. Armas que en manos del pueblo, pasan a ser la única garantía en la construcción en todos los terrenos de la vida, como el espiritual, reafirmado en su producción musical.

Producción seriamente elaborada, obedeciendo a las necesidades y valores que requiere ese pueblo en el orden estético, que en lo fundamental no se aparta de la riqueza cultural que le da origen, expresada en la diversidad de ese mosaico humano y geográfico, representado en las composiciones musicales de las FARC-EP.

Lo épico en las marchas, los boleros, las cumbias, las champetas, los vallenatos, merengues, salsas, rock, tangos y música llanera, andina, rancheras, las mezclas como parte de una diversidad instrumental y vocal, sintetizan todo un esfuerzo que le rinde culto a la vida, tal como se evidencia en los recientes trabajos: Con Bolívar con Manuel y Comandante Efraín Guzmán, hasta la victoria siempre, con 56 canciones, donde se integran ideas, melodías, prosa y poesía de excelente factura.

El mundo musical que se conforma, no está ensombrecido por el pesimismo de la muerte, de esa sombra que ha cobrado cientos de miles de vidas.

Navegar por la nueva música colombiana de manos de las FARC-EP no es fácil pero es encantador, al no estar frente al panfleto inmediatista y efectista. Además de respetar todos los géneros musicales, la letra es filigrana poética.

Estamos frente a una cosmovisión, que se construye, paso a paso, que trasmite todo ese mundo emocional, psicológico y cotidiano, que da la relación del hombre con el hombre y con la naturaleza.