“Pajarraco”: En Colombia, sinónimo de paramilitar. Término utilizado desde la época de la violencia (1948-1957), interregno aciago que sigue al asesinato del caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán) para designar a los integrantes de las bandas de asesinos ligadas a la dictadura de Laureano Gómez, que conjuntamente con la "chulavita" (unión de policías y godos) fueron responsables principales de la muerte de más de 300.000 colombianos. Los paramilitares de hoy calcaron de los "pájaros" de la década del 50 todas sus prácticas brutales.
Inmerso en la euforia de amañadas encuestas de opinión, el señor Uribe ha destapado, por boca de su Ministro Sabas y sus asesores empresariales, la pretensión de hacerse reelegir, para prolongar su despótico régimen fascista. Desde luego, en el coro no podía faltar la voz del imperialismo yanqui, en la persona del embajador gringo William Wood, descarado promotor de la torcida iniciativa.
El Proyecto de Acto Legislativo para la reelección, presentado en el Senado por parlamentarios gobiernistas, se justifica con dos argumentos. Machaca con los supuestos altos índices de aceptación de Uribe. Y pondera la mal llamada política de "Seguridad Democrática", para continuarla.
Las reiteradas encuestas, con metodologías y cuestionarios amañados que inducen las respuestas a favor, arrojan mentirosos índices de popularidad, cercanos al 80%; abusivamente presionan al pueblo y son el caballito de batalla de los áulicos del régimen, como Noemí Sanín, embajadora colombiana en España, quien en un acto desvergonzado visita a Bogotá, para proclamar a los cuatro vientos la reelección de su patrón. Evidencia de la utilización de dineros y recursos estatales para favorecer esta tramposa aspiración dictatorial.
El fraude es el signo de esta maniobra. Olímpicamente se desconoce la votación adversa al referendo y en las elecciones regionales de octubre, sonora derrota del régimen neoliberal y terrorista. Real encuesta de "carne y hueso", en la que millones de compatriotas dieron un no rotundo al dictador, que se quiere reemplazar por encuestas espurias, pagadas por los negociantes que rodean a Uribe, el verdadero jefe de los paramilitares. Resultados que expresan, además, el repudio popular a la política contenida en el Plan "Hacia un Estado Comunitario", impuesta por el imperialismo gringo a través del Fondo Monetario Internacional y sus ajustes estructurales.
No es cierto, como lo pretenden las falsas encuestas, que el pueblo quiera cuatro años más de la mal llamada política de Seguridad Democrática, con detenciones arbitrarias, desplazados por la violencia, facultades judiciales a los militares, impunidad a los paramilitares, desapariciones, asesinatos y guerra contrainsurgente, las más protuberantes garras del fascismo colombiano. Ni que tampoco quiera más impuestos, desempleo, privatizaciones, hambre y miseria. Menos retorcidas reformas judiciales para criminalizar la rebeldía popular. Ni tampoco vivir como neocolonia del prepotente gobierno imperialista de Bush.
Ante la impúdica modificación de las reglas del juego, es previsible que en el engorroso trámite legislativo, un ocasional contubernio de facciones vuelva a enterrar este esperpento, tal como ocurrió en noviembre pasado, después del triunfo popular contra el referendo. Lo claro es que el pueblo no está dispuesto a reelegir aspirantes a dictadores.